11 abril 2011

Creo que se comienza a olvidar a alguien cuando aparecen sentimientos que ya pesan más que la puñetera reincidencia del puñal clavándose en el pecho. Hace días que pienso en escribir mucho, todo el rato, pero no consigo sentarme a ello, se me escapan las ideas. Creo que últimamente me he auto inducido un miedo irracional a plasmar las ideas sobre el papel; mal vamos, pues así es como consigo yo desprenderme mejor de los lastres. 

Es como sentenciar, dejar constancia de todo lo ocurrido, literal o metafóricamente, por escrito y no dejar que vuelva a fluir por la mente. Tengo la sensación de estarme agarrando con uñas y dientes a la idea de que te marches, como si tratara de retenerlo,como si el vacío que fueses a dejar fuese mayor que el que has ido cavándome durante todo este tiempo, como si estos últimos meses de altibajos emocionales no hubiesen sido nada y lo peor fuese el salto final. Manda huevos.

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